18 de febrero de 2011

El Triángulo Daliniano-Castillo de Púbol

Este de hoy es el tercer vértice del Triángulo Daliniano...el primero podeís verlo aquí...., el segundo se encuentra en Figueras y si pinchaís aquí, lo podreís conocer...y ahora sí empiezo el relato del tercero...

...El domingo por la tarde antes de regresar a casa decidimos hacer la visita que nos faltaba para completar el Triángulo, era al Castillo de Púbol.
Salvador Dalí,  en los años treinta, prometió regalar un palacio a Gala. En 1968, mientras se aceleraban las obras de construcción del Teatro-Museo de Figueres, Dalí encargó a sus colaboradores la búsqueda de un castillo, no muy alejado de su residencia en Port Lligat.
Cuando le mostraron Púbol, cerca de la ciudad de Girona y del Santuari dels Àngels, donde Gala y Dalí se habían casado en 1958, no lo dudó ni un momento.
Este obsequio sería el refugio de Gala, donde Dalí, como él mismo afirmaba, sólo podría acceder bajo rigurosa invitación.
El Castillo de Púbol es una construcción organizada en torno a un patio muy alto y estrecho y con un jardín anexo de vagas influencias francesas, edificio documentado desde finales delsiglo XI.
En agosto de 1996 se abrió al público la casa-museo Castillo Gala Dalí de Púbol, una pequeña localidad de la comarca del Baix Ampurdá, a 40 kms. de Figueres.
El Castillo de Púbol, permite descubrir un edificio medieval donde Dalí materializó un desbordante esfuerzo creativo pensando en una persona, Gala, y en una función, un lugar adecuado para el descanso y refugio de su esposa. El paso del tiempo determinó la transformación de este espacio, entre 1982 y 1984, en el último taller de Salvador Dalí y en el mausoleo para su musa.
Cuando Dalí compró el Castillo, en 1969, estaba muy deteriorado, con importantes grietas y un jardín en estado semisalvaje. Todo ello otorgaba al conjunto un aspecto romántico que entusiasmó a los Dalí y que intentaron mantener durante su restauración. Se consolidó el aspecto ruinoso exterior, sin ocultar las cicatrices provocadas por el paso del tiempo. Salvador Dalí utilizó de manera muy inteligente las paredes y los techos semiderruidos, creando espacios insospechados de dimensiones muy contrastadas.
Se concibió la decoración interior basándose en representaciones pictóricas en los muros, falsas arquitecturas,barroquismo textil, antigüedades, simbología de carácter romántico...
El resultado es un lugar cerrado, misterioso, privado, austero y sobrio, con espacios de gran belleza, como la antigua cocina convertida  en el baño de Gala o  el Salón del Piano.
Imágenes : Anakonda61 / Dj Jou
Fuente : Guiarte
Más información : Fundación Gala-Salvador Dalí