26 de febrero de 2010

Accidente en el SeaWorld de Orlando

No nos gusta empezar con noticias como ésta, pero creemos interesante  que la conozcais y que al menos nos sirva para reflexionar un poco sobre los animales y los parques en que viven y se exhiben.  
En este caso se trata de un trágico suceso y que particularmente nos ha dejado conmocionados.
Según informa el diario La Nación, el pasado día 24 de febrero una orca mató a su entrenadora en el Parque SeaWorld de Orlando, en el transcurso de un show y ante la mirada incrédula del público ante lo que estaba sucediendo. 
La noticia es esta:

Ante la mirada horrorizada de decenas de espectadores, una entrenadora de orcas murió ayer en un incidente con uno de esos cetáceos en el famoso y concurrido parque de entretenimientos SeaWorld, en Orlando, Florida, luego de que fuera arrastrada al tanque de agua, según informaron las cadenas locales.
La orca, llamada Tilikum (que quiere decir "amigo" en lengua de los indios Chinook), apresó a la entrenadora Dawn Brancheau, la sumergió en el tanque del Estadio Shamu, en el centro de entretenimientos marinos, y la mató en un incidente del que aún no se conocen mayores detalles, informó la cadena WFTV.
Un equipo de paramédicos de Orlando fue llamado para socorrer a la víctima y asistirla en los primeros auxilios, pero no pudieron revivirla.
Uno de los integrantes del equipo dijo que la entrenadora, de 40 años, resbaló y cayó dentro del tanque, y confirmó que la mujer estaba muerta cuando el equipo de rescate llegó. En primera instancia, las autoridades dijeron que la cuidadora del cetáceo murió por ahogamiento.
Sin embargo, Victoria Biniak, espectadora y testigo del ataque, dijo que la orca -popularmente conocida como ballena asesina- sacudió violentamente a la entrenadora, que segundos antes había terminado de explicar al público el contenido del show .
"De repente, la orca salió del agua, la agarró y la empezó a sacudir violentamente por todas partes", dijo Biniak a una de las cadenas locales.
Otro espectador, Eldon Skaggs, de 72 años, dijo que Brancheau estaba sobre una plataforma masajeando a la orca y que todo parecía relajado y sin riesgo aparente. Luego, la ballena tiró hacia abajo a la entrenadora y comenzó a nadar alrededor de ella. En ese momento sonó una alarma y el personal del parque evacuó precipitadamente al público del lugar mientras varios empleados del SeaWorld se dirigían con redes hacia el estanque.
Skaggs dijo que había oído que en un show anterior, ese mismo día, la orca parecía no responder a las indicaciones que le realizaban los entrenadores.
El presidente del parque, Dan Brown, afirmó que la muerte ocurrió como consecuencia de un "incidente con una de las orcas asesinas" del lugar. La joven era "una de nuestras entrenadoras de animales más experimentadas", añadió el directivo de SeaWorld. En un comunicado, Brown indicó que la cadena de parques temáticos nunca sufrió "una experiencia o incidente como éste".
Después del ataque, los visitantes fueron evacuados del parque y las autoridades del SeaWorld cancelaron la mayoría de las representaciones, que incluyen también exhibiciones de delfines y focas.
Con antecedentes
La misma orca estuvo implicada en otra muerte, en 1999, y también habría causado la muerte de otro de sus entrenadores, en 1991, en el centro Sealand of the Pacífic, en Canadá, antes de ser llevada al SeaWorld de Orlando.
En noviembre de 2006 el entrenador Kenneth Peters, de 39 años, sufrió una mordedura cuando una orca de 3,17 toneladas lo retuvo bajo el agua durante un espectáculo en el parque acuático que se encuentra en San Diego, California. Peters logró escapar de la orca, pero con una fractura en un pie.
Según informó el diario Orlando Sentinel , la vocación de Brancheau por el entrenamiento de orcas se despertó cuando visitó por primera vez el parque, cuando tenía 9 años.
"Eso es lo que quiero hacer", le dijo a su madre, al comentar la labor de los entrenadores de ballenas asesinas.
En una ocasión, y al ser consultada sobre lo peligroso de su actividad, Brancheau respondió: "No puedes tirarte al agua a menos que confíes en ellas y ellas confíen en vos".

Fuente : La Nación